• RIGE EN LAS PROPIEDADES COMPRADAS DESDE EL 1 DE ENERO DEL 2018
El gravamen corresponde al 15% entre el valor de compra y el de venta del inmueble. La devaluación generará fuertes quejas por altos precios.
Hace apenas 20 días, el Gobierno reglamentó el alcance del Impuesto a las Ganancias sobre la venta de inmuebles. Para el sector, se trata de otro golpe en medio del polémico proyecto de ley de alquileres, y denuncian que el decreto no contempla la fuerte variación del dólar.
De esta forma, se elimina el Impuesto sobre la Transferencia de Inmuebles (ITI) y se lo reemplaza por un gravamen a la ganancia capital sobre la venta de propiedades no destinadas a casa-habitacional. Es decir que el vendedor va a pagar un 15% sobre la diferencia entre el valor de compra y el valor de la venta de un inmueble.
“No tenemos dudas de que el impacto es negativo. Estamos en el mínimo histórico de renta en el alquiler de propiedades muchas veces por debajo del 2,5%. Además se está debatiendo la Ley de Alquileres, y el pago de Ganancias para la venta de inmuebles lo único que hace es embarrar más la cancha en un escenario más que complejo”, detalló Tomás Seeber, director de RGM Real Estate.
Para los profesionales del sector, el problema más grave es que el dictamen no contempla los vaivenes de la moneda estadounidense. “Un inversor que compró un inmueble a principio de año y lo quiere vender ahora debe pagar más de u$s7.000 de impuestos cuando en realidad no obtuvo ganancia porque el precio de los inmuebles en dólares se mantuvo estable”, agregó, por su parte, Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).
“Si los inmuebles se ofrecen y se compran en dólares, lo mejor es fijar el impuesto acorde con lo que determina esa moneda. Lo cierto es que hoy existe una distorsión muy grande entre el valor real y el valor fiscal”, sostuvo Bennazar.
De esta forma, un propietario que adquirió un inmueble de u$s100.000 en enero lo pagó en pesos (con un dólar a $18) $1.800.000; ahora si decide vender ese inmueble el valor de la unidad sigue siendo el mismo, pero en pesos significa el doble: $3.600.000. Es decir que debe abonar el 15% en impuestos entre el valor de compra y el de venta, lo que representa a $270.000, u$s7.500, cuando en realidad no se obtuvo ninguna ganancia en el valor de la unidad.
Para los especialistas, esta medida, sumada al proyecto de ley de alquileres, desalienta la inversión en ladrillos. Hoy, ante la falta de créditos hipotecarios y la fuerte devaluación, el mercado de compraventa está paralizado y los pocos que sobreviven son los ahorristas que buscan el refugio de sus ahorros en ladrillos. “A ellos los perjudica de lleno, antes de sumergirse en una inversión van a contemplar esta normativa”, concluyó Bennazar.
Para los especialistas del sector, si no se toman en cuenta las diferencias de tipo de cambio, es factible que se deprima aún más de lo que está el mercado inmobiliario, que desde que comenzó el proceso de devaluación del peso se frenó y no da señales de recuperación.
(Fuente): Ámbito